domingo, 28 de septiembre de 2008

Exclusión y marginación social

El analfabetismo en Argentina

Toda persona tiene derecho a saber leer y escribir, sin embargo las condiciones económicas, la precariedad y la necesidad de trabajar desde muy corta edad, excluyeron y siguen excluyendo a gran parte de la sociedad del sistema educativo. Sobre un total de 26.012.436 personas mayores de 15 años, el 3,6 % no recibió instrucción alguna, pese a que la ley de educación nacional obliga al Estado a proveer enseñanza a todos los habitantes.

Puede definirse al analfabetismo como la condición en que se hallan las personas que no poseen el dominio de alfabeto o de un sistema de escritura, es decir, que carecen de los conocimientos necesarios para leer y escribir. Según el último informe del instituto de estadísticas y censos del a república Argentina (INDEC), realizado en el año 2001, la tasa de analfabetismo actual a nivel nacional es del 2, 6%, registrándose los mayores índices en las provincias mas pobres, como Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Si bien el porcentaje es menor que en otros países de Latinoamérica, el hecho de que leer y escribir sea una herramienta básica y necesaria para desenvolverse en la vida social, hace de esto un problema a tratar.
Desde el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología se puso en marcha desde el 2004 el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos. El proyecto tiene como objetivo erradicar el analfabetismo en el país. El plan se implemento en el año 2004 y se va a mantener en forma constante, mientras los distintos gobiernos lo sigan apoyando. Según María Belén, encargada de la elaboración de informes y certificados del programa, “Cuesta porque hay lugares inaccesibles para ir a alfabetizar, y en determinados lugares las condiciones son precarias. Hay que lograra llegar a esos zonas, que la gente se acerque, que haga el curso, y que termine. Hay que ir por todo”
Otro método utilizado en el país para combatir el analfabetismo, es el programa”Yo si puedo”, implementado desde el 2003.Este método está destinado a personas mayores de 15 años que desertaron o que nunca fueron a la escuela. Participan de 65 clases, de 30 minutos cada una, cinco días a la semana en las que se usa un televisor donde se proyectan videos y una cartilla de siete páginas que combina los números con las letras, obteniendo mejores resultados en menor tiempo. Con este programa más de 12.800 personas de todo el país ya aprendieron a leer y escribir.
Cristian Romero tiene 36 años, es albañil y vive en Lanús, provincia de Buenos Aires. Es uno de los tantos adultos argentinos que por distintos motivos no terminaron la escuela primaria.”Mi caso fue por una cuestión económica, eran tiempos difíciles y en casa se comía, o se estudiaba” Cristian manifiesta haber comenzado sus estudios primarios, pero no haber tenido ningún tipo de incentivo de sus padres para continuarlos. Hoy, casado y con dos hijos de 12 y 10 años decidió volver a la escuela. Tres veces a la semana concurre La banderita, una colegio nocturno ubicado en la calle Liniers, del barrio de Valentín Alsina”A veces vuelvo cansado de trabajar, pero mi familia y las ganas de superarme me dan fuerzas para seguir yendo”
El caso de Cristian es uno entre muchos pero pone de manifiesto un problema, que a veces es pasado por alto. Ocurre que una gran parte de la población mundial , tanto niños como jóvenes y adultos, que es considerada y se considera a sí misma alfabetizada, en realidad tiene un dominio insuficiente de las habilidades básicas de comunicación. Este fenómeno se le llama analfabetismo funcional y está presente en aquellas personas que en algún momento han estudiado pero que por alguna razón tuvieron que abandonar su instrucción.

Es notable que saber expresarse tanto de forma escrita como oral eleva el nivel cultural del pueblo, de modo que cada ciudadano sea consciente de su dignidad personal , sea capaz de comprender su entorno social, reclamar y velar por sus derechos.
El problema del analfabetismo es uno de los mayores males que afectan tanto a la población local, como mundial y según estimaciones de la UNESCO, de continuar las actuales tendencias, la población adulta analfabeta representaría 830 millones de personas más, acrecentando las cifras actuales.


Un esfuerzo para erradicar el analfabetismo

El Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos tiene como principal objetivo alfabetizar a personas de 15 años y más, acompañándolos en el proceso y dándole continuidad en las instituciones. Consta de dos partes consecutivas: la primera es de carácter
acelerado, y está destinada a la alfabetización inicial o introductoria; la segunda se
orienta a asegurar la inclusión de las personas recientemente alfabetizadas en
instituciones, para que consoliden sus aprendizajes y estén en condiciones
de completar en el mediano plazo, su escolaridad básica, a través de ofertas de
carácter presencial o a distancia.
La estrategia de trabajo se organiza en centros alfabetizadores integrados por un grupo de entre siete y diez personas coordinadas por un alfabetizador o dos. Se estima que la gente puede completar el ciclo de alfabetización, en unos seis meses, reuniéndose dos o tres veces por semana, en encuentros de alrededor de dos horas.


Brenda Rosa Schneider

No hay comentarios: