domingo, 28 de septiembre de 2008

Educación: un derecho de todos

El analfabetismo en Argentina, un fantasma que asusta


Según el último Censo Nacional de Población, realizado por el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) en el año 2001, de un total de 26 millones de personas mayores de 15 años, el 3,6 % no recibió ningún tipo de instrucción educativa, el 14,2% tiene el primario incompleto y el 20, 8% no terminó el secundario. Además, la UNESCO calcula que en el año 2010 habrá 830 millones de analfabetos en el mundo.

La ley Nacional de Educación (26.206) obliga al Estado a proveer “educación integral, permanente y de calidad para todos los habitantes de la Nación, sin distinción de género, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio con la participación de las organizaciones sociales y las familias”. Sin embargo, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), estima que en Argentina el 71% de los jóvenes entre 15 y 21 años están en situación de riesgo educativo.
“Es increíble la cantidad de mamás que llegan a la escuela a firmar un boletín o cualquier clase de documento y no saben ni leer ni escribir. Es una situación muy difícil para ellas, siempre nos cuentan lo complicado que se les hace con la tarea de sus hijos o con el simple hecho de ir a hacer las compras. Es una situación preocupante la crisis educativa que vive el país”, explicó Patricia Gambardella, docente de la Escuela Media N°12 de Lanús.
Entre los programas de alfabetización se destaca Yo sí puedo, el cual busca enseñar a leer y escribir por medio de tele conferencias. “"La idea al principio es elevar la autoestima de la persona a partir de considerar que ya viene con un saber, que en este caso son los números, algo que en su vida práctica inevitablemente debe usar. Acá no hay una instancia en la que de un lado está el conocimiento y del otro hay alguien que no sabe nada. Esto es lo primero que hay que romper en esas personas. Desde el primer día lo que se hace es escucharlos, y se les pide que cuenten porqué están en esa situación. En general ellos refieren a historias personales muy tristes. Pero la realidad es que el analfabetismo es un fenómeno multisectorial, un verdadero problema social que tiene que ver con cuestiones relacionadas con la pobreza y la miseria, entre otras cosas", le aseguró Lía Salas, Coordinador Nacional del Programa de alfabetización, a la periodista María Castelli de la Página web del Barrio Pueyrredón.
Además, en el marco de la Década de la Alfabetización 2003-2012 declarada por las Naciones Unidas, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología puso en marcha el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos. El mismo esta destinado para chicos de 15 años en adelante, y consta de dos etapas: la inicial que conlleva cinco meses de duración y luego fase de articulación con el Sistema de educación de Jóvenes y Adultos de cada Jurisdicción, con el objeto de completar la escolaridad primaria básica.
“Me siento re-bien con mis hijos, porque ahora comparto con ellos o ellos me enseñan a mi. Ahora entiendo un poco cuando ellos me preguntan. A veces uno no quiere estudiar porque tiene vergüenza de que los demás se te rían... el maestro te enseña, te da ánimo para estudiar”, aseguró una de las participantes del Programa Encuentro.
Otro caso es el de Evarista, quién asiste a las clases dictadas de Yo sí puedo en Ciudad Evita y expresó en la página web del programa: “A mi nieta, cuando me pedía que le ayude con las tareas de la escuela, le mentía que no veía porque me daba vergüenza confesar que no sabía leer y escribir. Ahora ella vino a acompañarme al acto y está muy contenta" (la nieta orgullosa, la llevaba del brazo). A quienes no saben leer ni escribir, les aconsejaría que aunque sean grandes como yo, no se lo pierdan porque esto da mucha alegría"

Yo sí puedo en la Argentina: una luz de esperanza.
El programa se lleva a cabo en distintos puntos de la Argentina: Buenos Aires, Jujuy, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Río Negro, Neuquén, Córdoba, Mendoza, Salta y Tucumán. Actualmente existen 345 centro finalizados y 185 funcionando. Hay 2.047 participantes y 1.108 facilitadores voluntarios. El número de graduados hasta abril de 2005 era de 2.683. Con los programas de alfabetización audiovisuales, mediante la utilización de TV y Videocasetes, se pretende incidir en la reducción de los índices de analfabetismo en jóvenes y adultos, planteándose como instrumento de alfabetización la comunicación a través de estos medios, mediante la cual se emitirán las 65 clases, con una duración de 30 minutos cada una, 5 días a la semana. Los participantes se acompañan de una sencilla cartilla de 7 páginas que combina los números con las letras y de la acción del facilitador. Las clases tienen además contenidos informativos que contribuyen al conocimiento e incremento de la cultura de los participantes. El tiempo de duración del proceso en su primera etapa, (lecto-escritura) es de tres meses. El método desarrollado para la alfabetización por medio de la televisión y el video es ecléctico, mixto, compuesto o global.

Lorena Salvatori

Exclusión y marginación social

El analfabetismo en Argentina

Toda persona tiene derecho a saber leer y escribir, sin embargo las condiciones económicas, la precariedad y la necesidad de trabajar desde muy corta edad, excluyeron y siguen excluyendo a gran parte de la sociedad del sistema educativo. Sobre un total de 26.012.436 personas mayores de 15 años, el 3,6 % no recibió instrucción alguna, pese a que la ley de educación nacional obliga al Estado a proveer enseñanza a todos los habitantes.

Puede definirse al analfabetismo como la condición en que se hallan las personas que no poseen el dominio de alfabeto o de un sistema de escritura, es decir, que carecen de los conocimientos necesarios para leer y escribir. Según el último informe del instituto de estadísticas y censos del a república Argentina (INDEC), realizado en el año 2001, la tasa de analfabetismo actual a nivel nacional es del 2, 6%, registrándose los mayores índices en las provincias mas pobres, como Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Si bien el porcentaje es menor que en otros países de Latinoamérica, el hecho de que leer y escribir sea una herramienta básica y necesaria para desenvolverse en la vida social, hace de esto un problema a tratar.
Desde el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología se puso en marcha desde el 2004 el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos. El proyecto tiene como objetivo erradicar el analfabetismo en el país. El plan se implemento en el año 2004 y se va a mantener en forma constante, mientras los distintos gobiernos lo sigan apoyando. Según María Belén, encargada de la elaboración de informes y certificados del programa, “Cuesta porque hay lugares inaccesibles para ir a alfabetizar, y en determinados lugares las condiciones son precarias. Hay que lograra llegar a esos zonas, que la gente se acerque, que haga el curso, y que termine. Hay que ir por todo”
Otro método utilizado en el país para combatir el analfabetismo, es el programa”Yo si puedo”, implementado desde el 2003.Este método está destinado a personas mayores de 15 años que desertaron o que nunca fueron a la escuela. Participan de 65 clases, de 30 minutos cada una, cinco días a la semana en las que se usa un televisor donde se proyectan videos y una cartilla de siete páginas que combina los números con las letras, obteniendo mejores resultados en menor tiempo. Con este programa más de 12.800 personas de todo el país ya aprendieron a leer y escribir.
Cristian Romero tiene 36 años, es albañil y vive en Lanús, provincia de Buenos Aires. Es uno de los tantos adultos argentinos que por distintos motivos no terminaron la escuela primaria.”Mi caso fue por una cuestión económica, eran tiempos difíciles y en casa se comía, o se estudiaba” Cristian manifiesta haber comenzado sus estudios primarios, pero no haber tenido ningún tipo de incentivo de sus padres para continuarlos. Hoy, casado y con dos hijos de 12 y 10 años decidió volver a la escuela. Tres veces a la semana concurre La banderita, una colegio nocturno ubicado en la calle Liniers, del barrio de Valentín Alsina”A veces vuelvo cansado de trabajar, pero mi familia y las ganas de superarme me dan fuerzas para seguir yendo”
El caso de Cristian es uno entre muchos pero pone de manifiesto un problema, que a veces es pasado por alto. Ocurre que una gran parte de la población mundial , tanto niños como jóvenes y adultos, que es considerada y se considera a sí misma alfabetizada, en realidad tiene un dominio insuficiente de las habilidades básicas de comunicación. Este fenómeno se le llama analfabetismo funcional y está presente en aquellas personas que en algún momento han estudiado pero que por alguna razón tuvieron que abandonar su instrucción.

Es notable que saber expresarse tanto de forma escrita como oral eleva el nivel cultural del pueblo, de modo que cada ciudadano sea consciente de su dignidad personal , sea capaz de comprender su entorno social, reclamar y velar por sus derechos.
El problema del analfabetismo es uno de los mayores males que afectan tanto a la población local, como mundial y según estimaciones de la UNESCO, de continuar las actuales tendencias, la población adulta analfabeta representaría 830 millones de personas más, acrecentando las cifras actuales.


Un esfuerzo para erradicar el analfabetismo

El Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos tiene como principal objetivo alfabetizar a personas de 15 años y más, acompañándolos en el proceso y dándole continuidad en las instituciones. Consta de dos partes consecutivas: la primera es de carácter
acelerado, y está destinada a la alfabetización inicial o introductoria; la segunda se
orienta a asegurar la inclusión de las personas recientemente alfabetizadas en
instituciones, para que consoliden sus aprendizajes y estén en condiciones
de completar en el mediano plazo, su escolaridad básica, a través de ofertas de
carácter presencial o a distancia.
La estrategia de trabajo se organiza en centros alfabetizadores integrados por un grupo de entre siete y diez personas coordinadas por un alfabetizador o dos. Se estima que la gente puede completar el ciclo de alfabetización, en unos seis meses, reuniéndose dos o tres veces por semana, en encuentros de alrededor de dos horas.


Brenda Rosa Schneider

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un problema social

Analfabetismo en la Argentina.

Según un estudio realizado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en Argentina el 71% de los jóvenes entre 15 y 21 años están en situación de riesgo educativo. Y de acuerdo a las perspectivas de los especialistas, el problema irá en aumento en los próximos años.

Es necesario saber leer y escribir. Son los elementos que le permiten desarrollarse a todo ser humano, así como defenderse y hacerse respetar en la vida. Es esencial dominar el lenguaje escrito para poder ser parte de la cultura moderna, sin embargo el 15% de la población mundial es analfabeta.
Y en la Argentina la situación no se aleja mucho de lo que ocurre a nivel internacional. De acuerdo al último Censo Nacional de Población, en 2001, sobre un total de 26.012.436 personas mayores de 15 años, el 3,6 % no había recibido ningún tipo de educación mientras que el 14,2% no había finalizado la escuela primaria y el 20, 8% no había concluido el secundario.
Sin embargo, en la búsqueda por disminuir la tasa de analfabetismo, se han creado en el país diferentes organizaciones e instituciones cuyo fin es darle las armas de la lectura y la escritura a quienes no las tienen para poder manejarse en la vida,
En este marco, son más las mujeres quienes recurren a los centros de formación para adultos. Así lo afirma María Eloisa Zunini, docente de la EPB Nº 18 de Villa Albertina ubicado en la localidad bonaerense de Banfield. “En nuestra escuela tenemos dos cursos para adultos. La mayoría de ellos están conformados por mujeres. Muchas de ellas son madres de chicos que vienen al colegio y que a la hora de firmar una nota o leer algo, están imposibilitadas de hacerlo. Acá les damos la contención necesaria y les enseñamos a través de diferentes técnicas a leer y escribir”.
Junto con las escuelas hay otras instituciones y programas dedicados a alfabetizar. Es el caso del Programa Encuentro, puesto en práctica por primera vez en 2004, cuyo objetivo es combatir el analfabetismo en la Argentina. Según María Belén, encargada de la elaboración de informes y certificados, “el programa tiene el objetivo de desarrollarse a lo largo de los años mientras los distintos gobiernos apoyen el programa”. Sin embargo la especialista hace hincapié en la dificultad para expandir el programa por completo. “Cuesta porque hay lugares inaccesibles para ir a alfabetizar. Hay lugares donde las condiciones son precarias, pero sabemos que hay que llegar, y hay que lograr que la gente se acerque”. Del curso participan personas de 15 años, de más de 50 y hasta de 80, lo que demuestra que nunca es tarde para retomar el aprendizaje.
Un ejemplo claro de ello es el de Cayetana Lupardi, de nacionalidad paraguaya. Ella llegó al país de muy joven y pasó más de la mitad de su vida sin saber leer ni escribir. Pero su todo cambió cuando conoció a Mabel, una mujer que la llevó a su casa a trabajar. “Mabel me enseñó a leer y escribir y también aprendí a leer la hora”, cuenta orgullosa. “Realmente me siento mas segura y me doy cuenta de todas las cosas que puedo hacer que antes no podía”.

Siempre hay una oportunidad para volver a empezar.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el analfabeto es aquella persona que, a una edad de quince o mas años, es incapaz de leer un texto sencillo comprendiéndolo en su sentido global, o se halla impedida para escribir una exposición simple y breve de hechos de experiencia diaria, en el idioma elegida por ella misma.
A modo de aportar una solución a este problema social, la organización "Yo, sí puedo" enseña a leer y a escribir a aquellas personas que abandonaron el ciclo escolar o simplemente nunca asistieron a la escuela. Este programa desembarcó en el país en 2003 y se presentó como un método de enseñanza cuyo objetivo es educar a aquella parte de la población mayor de 15 años que no recibió educación formal.
Hoy, el programa cuenta con más de 500 centros de alfabetización, distribuidos en once provincias argentinas. Quienes están al frente de los cursos se denominan “voluntarios” o “facilitadores”. Muchos de ellos fueron alfabetizados y hoy son los encargados de enseñar a todos aquellos que se acercan con la intención de aprender a leer y escribir.
El programa fue creado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño con el objetivo de reducir la tasa de analfabetismo en el tercer mundo. Personas de entre 15 y 65 años asisten a 65 clases, de 30 minutos cada una, cinco días a la semana. El método dura tres meses. En las primeras etapas, los alumnos aprenden los números y las vocales. Más adelante comienzan a desarrollar la escritura y la lectura.
Ximena Vizzini